domingo, 23 de enero de 2011

Fibra dietética y micronutrientes

Fibra dietética

     Bajo la denominación de fibra dietética se incluyen un amplio grupo de sustancias que forman parte de la estructura de las peredes celulares de los vegetales. Los principales componentes son polisacáridos no amiláceos (celulosa, hemicelulosas, pectinas, gomas y mucílagos) y algunos componentes no polisacáridos, entre los que destaca la lignina.
     Su principal característica es que no son digeridos por los enzimas digestivos, aunque algunos componentes de la fibra son parcialmente fermentados por las bacterias intestinales produciendo ácidos grasos de cadena corta que pueden ser utilizados como fuente de energía ( 1 g de fibra : 2 kcal).

     La fibra dietética también puede clasificarse en dos grandes grupos según su solubilidad : la fibra soluble (pectinas, gomas, mucílagos, algunas hemicelulosas, betaglucanos) y la fibra insoluble (celulosa, hemicelulosas, lignina). La mayoría de los alimentos tienen una mezcla de ambos tipos.
     Esta característica física de solubilidad, junto a otras, como su capacidad para retener agua como si fueran una esponja aunmentando el volumen de las heces, su viscosidad o capacidad para formar geles o su susceptibilidad a ser fermentadas en el intestino grueso, están muy relacionadas con sus efectos fisiológicos.

     Tienen importantes funciones regulando la mecánica digestiva (evitando el estreñimiento) y actuando como factor de protección en algunas de las llamadas enfermedades crónicas (cardiovasculares, diabetes y, especialmente, en las neoplasias de colon). Por ejemplo, las pectinas o el betaglucano, fibras solubles y muy viscosas, ayudan a reducir los niveles sanguíneos de colesterol y de glucosaa; la celulosa, aunque insoluble, es capaz de absorber agua, aumentando el volumen de las heces y actuando como laxante.

     Se recomienda que la dieta aporte unos 25-30 g/día de fibra, teniendo en cuenta, además, que existe una relación fibra insoluble/soluble de 1,5 a 3.


Micronutrientes ( minerales y vitaminas)


Minerales


     Constituyen un grupo de nutrientes (aproximadamente 20) que no suministran energía al organismo pero que tienen importantes funciones reguladoras, además de su función plástica al formar parte de la estructura de muchos tejidos. Son constituyentes de los huesos y dientes, controlan la composición de los líquidos extra e intrcelulares y forman parte de enzimas y hormonas, moléculas esenciales para la vida.
     Dentro de ellos pueden distinguirse dos grandes grupos:

          * Macrominerales, denominados así porque tienen que ser aportados en mayor cantidad por la dieta o porque están en mayor proporción en los tejidos corporales: calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio y cloro.
          * Otros, como hierro, cinc, yodo, manganeso, flúor, seleneio, cobalto, cobre y cromo, son también necesarios, pero en cantidades menores, por lo que se denominan microminerales o elementos traza.


Vitaminas


     Las vitaminas son micronutrientes necesarios, entre otras funciones, para que sea posible la transformación de los alimentos en energía y en estructuras corporales. La mayoría de las vitaminas son precursoras de coenzimas, y su mecanismo de acción radica, fundamentalmente, en la regulación enzimática del metabolismo.
     Por sus propiedades físicas se clasifican en hidrosolubles (B1 o tiamina, B2 o riboflavina, equivalentes de niacina, ácido fólico, B6 o piridoxina, B12, C o ácido ascórbico, ácido pantoténico y biotina) y liposolubles (vitaminas A, D, E y K).


Agua


    
     Aunque el agua se excluye a menudo de las listas de nutrientes, es un componente esencial para el mantenimiento de la vida que debe ser aportado en cantidades muy superiores a las que se producen en el metabolismo, por lo que puede considerarse un verdadero nutriente que debe formar parte de la dieta equilibrada.
En la actualidad, muchos países incluyen entre sus recomendaciones dietéticas la de ingerir una determinada cantidad de líquidos, principalmente agua de bebida ( al menos 2 litros/día : unos 8 vasos/días, en climas moderados), recomendación que ya aparece también en las pirámidas nutricionales de algunos grupos de población.